LA VIOLENCIA PASIVA, TAMBIÉN ES VIOLENCIA (copia)

 
 
 
 

Una de cada 3 mujeres hemos sufrido algún tipo violencia de género al menos una vez en nuestra vida, cifras que van en aumento y lo más preocupante es que únicamente 1 de 10 mujeres dice haber pedido ayuda o denunciado ante un hecho que la violentara. Levantar la voz y poner freno a cualquier tipo de agresión es un derecho y una obligación con nosotras mismas.

Hoy te hablaremos de la violencia emocional y te invitamos a sacar la bandera roja a este tipo de situaciones. La agresión y el deterioro a tu personalidad, tu esencia y autoestima es igual de grave y reprochable que ser victima de violencia física.

 

Melissa Calvo Hernández, paratleta, Costa Rica.

 

La violencia emocional es cuando el agresor no recurre a los golpes o la violencia física, pero intenta intimidar y desvalorizar a la mujer por medio de las palabras y los hechos. El agresor desea imponer un estado de control y dominación frente a la otra persona recurriendo a estereotipos impuestos por la sociedad para generar inseguridad y poca autoestima.

Algunas formas que adopta este tipo de violencia son:

Monopolizar la toma de decisiones: Cuando se debe acceder solo por obligación a los gustos y preferencias del otro, minimizando tus propias necesidades. Por ejemplo, siempre debes ver las películas que son de su preferencia, cuando salen a comer él decide dónde y nunca pregunta por lo que quieres en realidad. Además cuando expresas tus gustos o necesidades hace comentarios despectivos hacia los mismos. 

Chantaje y Control: Desea saber dónde estás y qué haces a cada segundo, revisa tus mensajes y conversaciones personales, te cuestiona cuando tienes alguna actividad donde él no está incluido. Es una forma de control a través de la culpa o el miedo, ya que intenta tenerte monitoreada para después culparte de los problemas que puedan llegar a tener.

Comparaciones descalificadoras: compara tu aspecto físico con el de otras mujeres para hacerte sentir mal, compara tus logros con el de otros para minimizarte e intenta hacerte pensar y creer que no eres suficiente. Cuando quieres estudiar o aprender algo nuevo te hace cuestionamientos como ¨ ¿estudiar más? No te lo van a pagar, así estamos bien, me tienes a mi, no lo necesitas¨.

Control de la imagen: Te dice cómo vestir, te prohíbe usar ciertas prendas o te trata de provocadora cuando te arreglas para ir a algún sitio. Se molesta cuando haces ejercicio, cuando te haces un nuevo corte de cabello, utiliza frases como ¨¿para que te vas arreglar si vas a estar conmigo? ¿A quién más le quieres lucir?, vistes así para que te falten el respeto¨

Negar las percepciones o sentimientos del otro. Descalifica tus sentimientos de tristeza, soledad, alegría, etc. ¨Estás loca¨, ¨le das vuelta a las cosas¨, ¨todo lo entiendes mal¨, ¨te haces la víctima¨, ¨todo lo exageras¨, son frases que utilizan para manipular y hacer que nos cuestionemos la forma en que interpretamos, sentimos y vivimos las cosas.

Indiferencia: es una conducta pasiva pero sin embargo es una forma de violencia psicológica cuando se mantiene en el tiempo. Por ejemplo, cuando hace algo que te molesta, se lo expresas y se "resiente" entonces te deja de hablar y te ignora aplicando la famosa ¨Ley del Hielo¨ hasta que seas tu la que tiene que pedir disculpas o poner abajo con la discusión.

Así como estos ejemplos  existen muchos casos en los que tu dignidad, tu valor y tu autoestima se pueden ver afectados, NO LO PERMITAS. 

 
 
 
 
 
 
 
Jennifer GranadosComentario